viernes, 26 de abril de 2019

Las concepciones docentes y la clase de Historia

¿Cuánta injerencia tienen las concepciones de los docentes en el desarrollo de su práctica docente? ¿La clase de Historia está influenciada por estas concepciones?

Por Galdino Enríquez Antonio
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Existe un abanico de posibilidades que llegan a afectar la práctica educativa, y en muchos de los casos, no llegamos a darnos cuenta. Algunos son tan imperceptibles y creemos que no perturban los ejercicios académicos, sin embargo, pueden llegar a cambiar la dirección de la educación que practicamos. Por ello, desde tiempos inmemoriales, quien controla los procesos educativos, controla los destinos de una nación.

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https://www.reporterosasociados.com.co/2018/01/ensenanza-de-la-historia-
de-colombia-sera-obligatoria-y-continuara-integrada-a-las-ciencias-sociales/
Citando a Jodelet, Hernández, L. y Pagès, J. (2016) indican que cada uno tiene representaciones de la realidad social y las definen como un “conjunto de imágenes, concepciones, creencias, conocimientos, percepciones y experiencias de las personas.” Estas representaciones ayudan a las personas a tener una postura “ante una situación en un contexto social y se presentan como un conocimiento social pues nos permiten interpretar y darle sentido a nuestra realidad.”

En una investigación llevada a cabo por Molina, S., Miralles, P., Deusdad, B., y Alfageme, M. (2017), encontraron que existe un paralelismo entre las concepciones o creencias de los docentes sobre la función de la enseñanza de la historia y su práctica docente. Señalan además, que “la mayor parte del profesorado continúa realizando una enseñanza de la historia, apoyándose principalmente en el libro de texto y dando poco protagonismo al alumnado”, debido a su idea de maestro de Historia.

Leer: “¿Cómo se enseña Historia en la actualidad?”, en: https://tweethistoria.blogspot.com/2018/12/como-se-ensena-historia-en-la-actualidad.html

Para Alfageme, M. y Miralles, P. (2014), “Muchos autores corroboran que las concepciones de los profesores sobre la enseñanza, el aprendizaje y los currículos influyen fuertemente en cómo ellos enseñan y lo que los estudiantes aprenden”, y la forma de cómo fueron educados es una de esas concepciones, que generalmente es la que está estrechamente relacionada.

Entre las dificultades que enfrenta un maestro en la enseñanza de la Historia, es que el alumno tiene sus propias concepciones de la materia, así lo consideran Sanz, P., Molero, J. y Rodríguez, D., (2017), cuando señalan que “El alumnado no la reconoce con los rasgos propios de una ciencia social sino como un saber menor que no exige mayor esfuerzo que el de recordar algunos datos y explicaciones para las pruebas de evaluación.” Si esto es así, en muchos de los casos, los docentes también presentaron esta tendencia en los días de estudiantes y siguen conservando con ellos tal concepción.
Prueba de lo dicho se refleja en la visión que las investigaciones nos muestran sobre la visión de la historia por los estudiantes. El alumnado considera que la asignatura de Historia, y la propia historia, no necesita ser comprendida sino memorizada. Socialmente la historia se suele identificar como un conocimiento solamente útil para demostrar “sabiduría” en concursos televisivos, o para recordar, manifestando una pretendida erudición, datos y efemérides. La principal habilidad intelectual que se requiere para saber historia es, según la percepción del alumnado, tener una gran memoria.
Las investigaciones coinciden, de manera indefectible, en las siguientes concepciones y valoraciones del alumnado: primero, que la historia es una materia fácil, aburrida y poco útil; segundo, que tan solo exige buena memoria y que se aprende fácilmente las noches anteriores al examen; tercero, que es muy poco interesante, entendiendo el interés por las dificultades de comprensión y esfuerzo de dilucidación que exigen las materias que el alumno juzga de verdaderamente interesantes. (Sanz et al. 2017)

La sociedad en general también tiene una idea dispersa de la importancia debida de la enseñanza de la historia y según Sanz et al. (2017), lo visualiza de esta manera:
…existe una percepción social que identifica saber histórico con una visión erudita del conocimiento del pasado. Se trata de una visión bastante habitual. Según esta percepción, saber historia es igual a ser anticuario o albacea del recuerdo; saber historia es conocer curiosidades de otros tiempos, recordar datos que identifican un monumento o un acontecimiento, o, simplemente, recitar nombres de glorias y personajes pasados, generalmente del patrimonio propio. Esta tradición, cultivada desde el siglo pasado por multitud de eruditos locales, ha calado hondo en la sociedad. Nadie reclama, al que dice saber historia, una explicación general del pasado, ni que contextualice lo singular en un proceso general dinámico que, por fuerza, resulta complejo y requiere estar dotado de método y teoría. La razón es que la percepción general de este tipo de saber, el histórico, está más cerca de la erudición que de una ciencia social. Este hecho, aunque quizá no sea explicitado por el alumnado, marca profundamente el concepto que se tiene en la sociedad de la materia histórica y aflora frecuentemente cuando sondeamos las ideas previas de los escolares.

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https://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2013/08/13/
merkel-imparte-clase-historia/00031376404597086720657.htm
Hernández, L. y Pagès, J. (2016) apuntan que la forma en que los expertos proponen estrategias y métodos “pueden llegar a reducirse, en el salón de clases, a una trasmisión de contenidos porque las estrategias se desarrollaron al margen de las representaciones sociales del profesorado, de sus alumnos y, sobre todo, del contexto social.” Y si el maestro tiene bien asimilada la historia desde su primera infancia, será muy difícil hacerle frente a sus representaciones.

Leer “5 actividades que mis alumnos odian de la clase de Historia”, en: https://institutokng.blogspot.com/2019/03/5-actividades-que-mis-alumnos-odian-de.html

Para Molina et al. (2017), las creencias de los docentes se manifiestan y se aplican en la práctica educativa que llevan a cabo, lo cual establece una serie de tipologías del maestro. Además, consideran que existe una relación entre las prácticas docentes y sus suposiciones.

Alfageme, M. y Miralles, P. (2014), descubrieron que los docentes conocen como llevar a cabo los procesos de enseñanza aprendizaje, así como los procesos de evaluación, solo que en el momento de ejecutarlos se inclinan por prácticas tradicionales, que incluso los llevan a desarrollar prácticas cuando ellos fueron alumnos. Los docentes con más años de servicio en el área educativa, tiene a ser más reacios en querer cambiar sus prácticas tradicionales que los docentes con menos años de servicio.

En el informe de una investigación didáctica, Zamudio, J. (2012), reporta que
En las investigaciones realizadas en las décadas de 1980 y 1990 se comprobó que los profesores, en buena medida, orientan sus acciones educativas a través del conocimiento y de las creencias que poseen. Estas se configuran a lo largo de su vida, y no solo en el ejercicio de la actividad docente. Es decir, se trata de un proceso permanente, que se reconstruye, se transforma y adquiere nuevos significados.
los profesores elaboran sus propios constructos, atendiendo a dos factores básicos: la experiencia vivida y los saberes que construyen las comunidades académicas, determinados por las condiciones sociales e históricas del contexto en el que se vive; lo que significa que este conocimiento es relativo y temporal, y se encuentra en continuo proceso de desarrollo.

Esto resulta interesante, ya que muchas veces no se considera este factor al momento de valorar el trabajo docente cuando imparte clases de cualquier materia, en especial a la hora de enseñar historia.

¿Qué ideas, creencias o concepciones tiene usted como maestro que está afectando para bien o para mal la enseñanza de la Historia?


Referencias Bibliográficas:

Alfageme, M. y Miralles, P. (2014). El profesorado de Geografía e Historia de
Enseñanza Secundaria ante la evaluación. Educar em Revista, núm. 52, abril-junio, 2014, pp. 193-209. Universidade Federal do Paraná, Paraná, Brasil. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=155031152012

Hernández, L. y Pagès, J. (2016). ¿Cómo enseñar historia y ciencias sociales en la
educación preescolar? Revista Mexicana de Investigación Educativa (RMIE), 2016, VOL. 21, NÚM. 68, PP. 119-140 (ISSN: 14056666). Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/pdf/rmie/v21n68/1405-6666-rmie-21-68-00119.pdf       
Molina, S., Miralles, P., Deusdad, B., y Alfageme, M. (2017). Enseñanza de la
historia, creación de Identidades y prácticas docentes. Profesorado. Nº extraordinario (Julio, 2017) ISSN 1138-414X, ISSNe 1989-639X. Recuperado de: http://www.redalyc.org/html/567/56752038018/

Sanz, P., Molero, J. y Rodríguez, D. (2017). La historia en el aula. Innovación
Docente y enseñanza de la historia en la educación secundaria. Lleida, España: Editorial Milenio. Recuperado de: http://www.ub.edu/histodidactica/images/documentos/pdf/Dificultades%20y%20retos%20para%20ensear%20historia.pdf

Zamudio, J. I. (2012). El conocimiento del profesor que enseña historia. Universidad
Santiago de Cali (Colombia). Recuperado de: http://www.redalyc.org/html/3241/324128700004/

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