miércoles, 9 de enero de 2019

¿Cómo se sigue enseñando Historia hoy en día?

¿Será una enseñanza positivista la que se imparte? ¿Tiene algo que ver con la enseñanza tradicional de esta ciencia social?

Por Galdino Enríquez Antonio
Tweet Historia

La enseñanza de la historia se ha conservado decimonónica por mucho tiempo, pues ha dominado de manera absoluta “la visión liberal-positivista del conocimiento histórico, desde un enfoque basado en la memoria colectiva, y que se desarrolla a través de programas enciclopédicos que preconizan la memorización de fechas, batallas y acontecimientos relevantes para la nación”, señalan Gómez et al.(2015).

Resultado de imagen para enseñanza de la historia
https://ineverycrea.mx/comunidad/ineverycreamexico/
recurso/por-que-es-importante-ensear-la-historia-con-un/
0dc8c6b4-13b8-436d-a2ce-fcf5fa0c9750
“Todavía permanece en un considerable porcentaje del profesorado una visión positivista en la enseñanza, que obedece a esa concepción “culturalista” que buena parte del profesorado otorga a la enseñanza de la historia y que poco responde con las aportaciones realizadas a lo largo del siglo XX en el campo de la historiografía”, indica Molina et al. (2017), citando a Miralles, Molina y Ortuño. Agrega también, que “posiblemente, la solución se encuentre en una apropiada formación inicial y continua del profesorado”.

Sanz et al. (2017) encuentra que “la tradición docente del profesorado de educación secundaria está en la línea de promover una enseñanza de la historia enunciativa, poco activa y como un saber cerrado y concluido.”

Leer “La independencia de México, ¿una insurgencia Realista?”, en: https://tweethistoria.blogspot.com/2018/09/la-independencia-de-mexico-una.html

Tras un proceso de investigación celebrada por Rivas, D. y Requena, L. (2015), encontraron que la historia se sigue enseñando de manera tradicional, con las siguientes características y resultados:
… se viene enseñando la historia en la escuela en un contexto pasivo, con pocos elementos significativos y en medio de un aprendizaje basado en el desarrollo de las funciones lógico-analíticas del pensamiento, produce en la mayoría de los escolares desmotivación por asistir a clases, una enseñanza descontextualizada y sin sentido para ellos, un aprendizaje memorístico que impide el avance de ciertas competencias hacia una total compresión y aceptación de la historia como asignatura de gran importancia en su formación como individuo inmerso en una sociedad.

El docente queda entre la espada y la pared cuando las autoridades civiles y educativas establecen disposiciones de cómo enseñar la historia, como ocurrió en Inglaterra, cuando el Partido Conservador británico, propuso “en el año 2011, implantar en el país una historia escolar que solamente exigiese memoria y que provocara empatía hacia la “gloriosa” historia británica.” (Sanz et al. 2017).

Hernández, L. y  Pagès, J. (2016) puntualizan que en la formación de docentes de preescolar, los programas se centran en las estrategias y métodos para la planificación de los contenidos y no tanto en las habilidades que debe dominar para la enseñanza de las Ciencias Sociales; además, pocas veces se detienen en considerar “el cómo, el qué y el para qué enseñar contenidos sociales e históricos.”

Un hecho que ha marcado la enseñanza de la historia es que a lo largo del tiempo, la narración se ha asentado “sobre un método riguroso que reduce el subjetivismo y que permite crear un conocimiento firme y aceptado del pasado”, según lo señalan Gómez et al. (2014).

Molina et al. (2017), citan a Guimerá, quien encontró que los maestros afines al positivismo histórico, otorgan mayor “importancia a la memoria en el proceso de aprendizaje y utilizaban el libro de texto como material fundamental de trabajo.”

Leer “¿La Revolución de Independencia fue revolucionaria? “, en: https://tweethistoria.blogspot.com/2018/09/la-presente-entrada-de-una-reflexion-de.html

Gómez et al. (2015), encontraron que en España existe una preeminente educación positivista en la enseñanza de la Historia y de las Ciencias Sociales desde hace dos siglos, por lo que “está resultando muy difícil la transformación de los métodos, herramientas y recursos didácticos”, entre los docentes frente a grupo.
Estos mismos investigadores, señalan que
Es necesario favorecer la superación de esa visión positivista de la Historia, centrada en la idea de tiempo lineal y el progreso continuo de la civilización, refutado por los procesos de cambio y permanencia que, además, dificulta aprehender la causalidad y realidad multiforme de toda sociedad, al poner los ojos en prohombres y estadistas. La información sigue siendo, ante todo, de corte político; un relato lineal desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Resultado de imagen para enseñanza de la historiaSegún Bécares et al. (2016), “Desde el siglo XIX hasta principios de los años setenta del siglo XX, debido a la concepción que se tenía de la Historia en sí misma, ésta era enseñada de una forma positivista e historicista a través de lo que se denomina la educación tradicional, cerrada al diálogo o a la creatividad.” Pero este cambio en la forma de enseñar la Historia no ha terminado de llegar al aula de clases, donde el docente sigue atado a las formas tradicionales de impartir muchas de sus clases.

Gómez et al. (2015) citan a diversos autores y señalan lo siguiente en cuanto a la forma de presentar la historia a los alumnos:
La influencia del Romanticismo en la enseñanza de la Historia se manifiesta a través de tres cuestiones centrales: una valoración positiva del pasado y presente del propio grupo social, tanto en el ámbito local como nacional; la valoración positiva de la historia política del país; y la identificación con los acontecimientos del pasado, personajes y héroes nacionales… y tercero, centrado en la comprensión histórica como un método…
Esto implica un aprendizaje basado en habilidades que permitan al alumnado interpretar el pasado, más allá de un conocimiento factual o conceptual y de carácter memorístico sobre fechas, personajes o acontecimientos.

Leer “¿La Historia es humana o científica?”, en: https://tweethistoria.blogspot.com/2018/07/la-historia-es-cientifica-o-humana.html

            Gómez et al. (2014), señalan que existen contenidos históricos de primer y segundo orden. Indican que aunque es necesaria “la presencia de contenidos sustantivos o contenidos de primer orden, que intentan responder a las preguntas ¿qué? ¿quién? ¿cuándo? y ¿dónde?”, los maestros se han quedado allí, sin cederle el lugar a “los contenidos estratégicos o de segundo orden”, los cuales “se definen por la posesión o despliegue de diferentes estrategias, capacidades o competencias para responder a cuestiones históricas y entender de una forma más compleja el pasado.”
            Gómez, E. (2013), habla también al respecto, pues considera que
“El análisis de los contenidos estratégicos o de segundo orden ha tomado protagonismo en los últimos años, insistiendo en la necesidad de que el alumnado adquiera diferentes capacidades para responder a cuestiones históricas, y así entender de una forma más compleja el pasado. Este conocimiento histórico está relacionado con habilidades del historiador: búsqueda, selección y tratamiento de fuentes históricas.”

Como consecuencia de una educación de la historia así, existe una brecha “entre las tendencias actuales sobre el modelo cognitivo de aprendizaje de la Historia, con la realidad del aula en la educación primaria en España”; los resultados muestran que existe “un conocimiento histórico muy deficiente por parte del alumnado, que en última instancia se basa en la construcción de una narrativa nacional con fines puramente identitarios”, así lo dan a conocer diversos autores que son citados por Gómez et al. (2015)

Referencias:

Bécares, L., Busto, M. & de Hoyos, C. (2016). Sentarse, escuchar y repetir.
¿Existe otra forma de enseñar historia? IKASTORRATZA. e-Revista de Didáctica, 16, 15-38. Recuperado de: http://www.ehu.es/ikastorratza/16_alea/2.pdf

Gómez, E. (2013). Lo que el historiador enseñante sabe y hace: Identificando
habilidades docentes en practicantes de la Licenciatura en Historia. CPU-e, Revista de Investigación Educativa, núm. 16, enero-junio, 2013, pp. 1-21. Instituto de Investigaciones en Educación Veracruz, México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=283128328001

Gómez, C., Ortuño, J. y Molina, S. (2014). Aprender a pensar históricamente.
Retos para la historia en el siglo XXI. Revista Tempo e Argumento, Florianópolis, v. 6, n.11, p. 05–27, jan./abr. 2014. Recuperado de: https://www.revistas.udesc.br/index.php/tempo/article/download/2175180306112014005/3052           

Gómez, C., Rodríguez, R. y Miralles, P. (2015) La enseñanza de la Historia en
educación primaria y la construcción de una narrativa nacional. Un estudio sobre exámenes y libros de texto en España. Perfiles educativos vol.37 no.150 México oct./dic. 2015. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982015000400002

Hernández, L. y  Pagès, J. (2016). ¿Cómo enseñar historia y ciencias sociales en
la educación preescolar?  Revista Mexicana de Investigación Educativa (RMIE), 2016, VOL. 21, NÚM. 68, PP. 119-140 (ISSN: 14056666). Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/pdf/rmie/v21n68/1405-6666-rmie-21-68-00119.pdf       

Molina, S., Miralles,  P., Deusdad, B., y Alfageme, M. (2017). Enseñanza de la
historia, creación de Identidades y prácticas docentes. Profesorado. Nº extraordinario (Julio, 2017) ISSN 1138-414X, ISSNe 1989-639X. Recuperado de: http://www.redalyc.org/html/567/56752038018/          

Rivas, D. y Requena, L. (2015). La dramatización como recurso de enseñanza-
aprendizaje en la asignatura Historia de Venezuela. Educere, vol. 19, núm. 64, septiembre-diciembre, 2015, pp. 791-812. Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela. Recuperado de:  http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35643544011


Sanz, P.,  Molero, J. y Rodríguez, D. (2017). La historia en el aula. Innovación
docente y enseñanza de la historia en la educación secundaria. Lleida, España: Editorial Milenio. Recuperado de: http://www.ub.edu/histodidactica/images/documentos/pdf/Dificultades%20y%20retos%20para%20ensear%20historia.pdf

Las concepciones docentes y la clase de Historia

¿Cuánta injerencia tienen las concepciones de los docentes en el desarrollo de su práctica docente? ¿La clase de Historia está influenciada ...