Las instituciones educativas enfrentan un desafío constante:
la pérdida de estudiantes. Este fenómeno, que implica la baja de estudiantes
matriculados, genera una pérdida significativa de matrículas y un impacto
negativo en el desarrollo de la comunidad educativa y en las finanzas de los
colegios. En este blog, analizaremos de manera sistemática las principales
causas que llevan a los padres a tomar esta decisión; posteriormente les
compartiremos una segunda entrada que plantea algunas estrategias para evitar
que los estudiantes se marchen de las instituciones.
Dar de baja a un estudiante, es un fenómeno multicausal,
producto de la interacción de diversos factores que pueden agruparse en las
siguientes categorías, de acuerdo con la literatura especializada:
Factores
académicos:
- a) Insuficiente calidad educativa: Oferta
académica deficiente, planes de estudio desactualizados, metodologías de
enseñanza inadecuadas, docentes poco calificados.
- b) Dificultades de aprendizaje: Bajo
rendimiento académico, falta de apoyo pedagógico individualizado, desinterés
por las materias o el sistema educativo en general.
- c) Acoso escolar: Bullying, discriminación,
violencia entre pares, falta de atención por parte de las autoridades
escolares.
Estos factores pueden atenderse desde el colegio mismo. Está en
manos de los docentes y los directivos trabajar para que estos motivos sean los
que hagan que un padre de familia opte por cambiar a su hijo(a) de la
institución.
Factores
socioeconómicos:
- a) Costos elevados de la educación: Colegiaturas,
materiales escolares, transporte, uniformes, etc., que representan una carga
económica significativa para las familias.
- b) Necesidades económicas familiares: Trabajo
infantil, necesidad de que los estudiantes contribuyan con los ingresos
familiares, situaciones de pobreza extrema.
- c) Falta de acceso a becas o programas de apoyo
financiero: Imposibilidad de cubrir los costos de la educación por parte
de familias de bajos recursos.
La pérdida del empleo, el aumento de la canasta básica o la
quiebra de negocios familiares, son fenómenos que no podemos mitigar de manera
directa; sin embargo, la creación y utilización de planes de emprendimiento
podría favorecer a la permanencia de los estudiantes en cada institución.
Factores
familiares:
- a) Desintegración familiar: Divorcios,
abandono del hogar, violencia intrafamiliar, situaciones de riesgo o
negligencia.
- b) Falta de apoyo familiar: Desinterés
de los padres por la educación de sus hijos, falta de seguimiento del
rendimiento académico, expectativas poco realistas.
- c) Cambios en el contexto familiar: Mudanzas,
situaciones de emergencia, encarcelamiento de alguno de los progenitores.
La tutoría o la mentoría estudiantil, en muchos casos,
determina la permanencia del estudiante; si a esto le agregamos la entrevista con
padres, la visita al hogar y la promoción de escuela para padres, se lograría
mucho en la retención de los estudiantes.
Factores
personales:
- a) Falta de motivación e interés por los estudios: Apatía,
desmotivación, desinterés por las actividades académicas.
- b) Dificultades de adaptación social: Problemas
para integrarse al grupo de compañeros, aislamiento, exclusión, hostilidad.
- c) Problemas de salud física o mental:
Enfermedades crónicas, trastornos de aprendizaje, problemas de salud mental que
afectan el desempeño académico y la asistencia a clases.
Los servicios de asistencia, como el área de psicología o psicopedagogía,
incluso la mentoría, son clave en el acompañamiento que requieren los estudiantes
cuando enfrentan estos factores personales.
La razón del cambio es por factores de mudanza.
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