miércoles, 13 de agosto de 2025

La Creación: Principio Esencial de la Cosmovisión Adventista

La doctrina de la creación constituye un pilar central sobre el cual se edifica no solo la fe, sino también la misión educativa y la concepción integral de la vida.

Por Galdino Enríquez Antonio

En la comprensión teológica de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la doctrina de la creación constituye un pilar central sobre el cual se edifica no solo la fe, sino también la misión educativa y la concepción integral de la vida. Según el texto bíblico, Dios es el Creador de todas las cosas y ha revelado en las Escrituras un relato auténtico de su obra creadora. En seis días literales de veinticuatro horas, la tierra fue transformada de un estado “desordenado y vacío” en un mundo pleno de vida y belleza, y en el séptimo día Dios reposó, estableciendo el sábado como un memorial perpetuo de su poder y amor.

El registro bíblico, recogido principalmente en Génesis 1 y 2, describe un proceso intencional y ordenado. Durante los primeros tres días, Dios preparó el ambiente: separó la luz de las tinieblas, estableció la expansión atmosférica y formó la tierra seca, cubriéndola de vegetación. En los siguientes tres días, pobló el mundo: creó los cuerpos celestes para marcar tiempos y estaciones, llenó mares y cielos con peces y aves, y dio forma a los animales terrestres.

Como acto culminante, creó al ser humano a su imagen, varón y hembra, confiriéndole dignidad, libertad y responsabilidad sobre la creación. Este acto creador, realizado por la Palabra divina, no dependió de procesos evolutivos prolongados, sino que fue resultado del mandato inmediato de Dios, operando tanto ex nihilo como a partir de materia preexistente.

La creación, desde la perspectiva adventista, no es un hecho aislado del resto de la teología bíblica. Es fundamento de la adoración —pues solo el Creador es digno de ella—, origen del sábado como señal semanal de dependencia y gratitud, y base para instituciones como el matrimonio, establecido en el Edén como unión sagrada. Asimismo, otorga valor intrínseco a la vida humana, dado que Dios participa activamente en la formación de cada persona, y confiere al ser humano el papel de mayordomo de sus recursos físicos, mentales, espirituales y del medio ambiente.

Este marco de referencia tiene profundas implicaciones educativas. Presenta un universo con propósito y diseño, contrario a las visiones naturalistas que excluyen a Dios; fundamenta una identidad humana que rechaza la inferioridad o la discriminación, al reconocer que todos han sido creados a imagen divina; y fomenta un compromiso ético hacia el cuidado del planeta y de la propia vida. En este sentido, la educación basada en la creación no se limita a transmitir datos, sino que forma una cosmovisión coherente que integra la fe y el aprendizaje.

En la cosmovisión adventista, creación y redención están indisolublemente unidas. El mismo Cristo que actuó como agente creador es quien, por medio de su encarnación, muerte y resurrección, ofrece la re-creación espiritual al ser humano caído. La palabra que dio existencia a los cielos y la tierra es la misma que transforma corazones y promete un cielo nuevo y una tierra nueva. Así, el mensaje de la creación no se reduce a un evento pasado, sino que señala un futuro de restauración total, en el que la humanidad y la naturaleza volverán a reflejar la perfección original.

En definitiva, para la cosmovisión adventista, la creación es mucho más que el origen del mundo: es la expresión suprema del amor divino, el fundamento de la verdadera adoración y la base de una vida con sentido. Enseñarla, comprenderla y vivirla implica reconocer que la existencia es un don y que el Creador invita a toda persona a una relación de gratitud, obediencia y servicio.

En el Curso Escolar 2025 – 2026, las actividades encaminadas a fortalecer el Creacionismo en los colegios adventistas estarán presentes desde el primer mes de clases:

  • Desarrollo de actividades preparadas por el Departamento de Educación de la DIA, donde docentes de primaria y secundaria podrán implementarlas desde su clase de ciencias.
  • La participación de los docentes de ciencias de todos los niveles en el evento de Ciencia en Acción (Creación de una actividad científica con un enfoque de integración de la fe en la ciencia).
  • Los directivos de colegios y capellanes, así como los docentes que enseñan ciencia en todos los niveles, podrán participar de Conexión Científica, donde estudiarán la Doctrina de la Creación y capítulos de Patriarcas y Profetas que hablan de la Creación y la Recreación que Dios hizo en la Tierra.

Todas estas actividades están encaminadas para integrar a la delegación que participará en el Congreso de Ciencias en las Islas Galápagos, Ecuador, en el 2026.

Oramos al Señor para que el impulse de estas actividades, nos ayuden a fortalecer el Creacionismo en cada una de las aulas de nuestros colegios.

 

domingo, 10 de agosto de 2025

Principios adventistas para la enseñanza de las ciencias

“¿Cuál de entre todos ellos no entiende que la mano de Jehová lo hizo?” (Job 12:9)

Por Galdino Enríquez Antonio

En el curso escolar que está por iniciar, los colegios adventistas se enfocarán en fortalecer la comprensión y la vivencia de la Creencia Fundamental Nº 6 de los Adventistas del Séptimo Día:

Dios es Creador de todas las cosas y ha revelado en las Escrituras el relato histórico de la creación. En seis días literales el Señor hizo los cielos y la tierra, y descansó el séptimo día.

En este contexto, el capítulo 14 de La Educación, titulado "La ciencia y la Biblia", ofrece a los docentes de ciencias principios esenciales para que la enseñanza académica sea coherente con la fe y fiel a la revelación divina. A continuación, enumeramos siete principios:

1. Armonía entre el libro de la naturaleza y el libro de la revelación

Dios es el autor tanto de la creación como de la Escritura; por lo tanto, no existe contradicción real entre ciencia correctamente entendida y Biblia correctamente interpretada.

La investigación científica, al iluminar las leyes por las que Dios actúa, debe verse como una oportunidad para conocer más al Creador.

2. El relato bíblico de la creación como fundamento

El Génesis presenta días literales de 24 horas, “tarde y mañana”, en la obra creadora. No es necesario reinterpretar las Escrituras para acomodarlas a teorías que extienden la creación a millones de años; tal ajuste debilita la autoridad bíblica.

La fe adventista sostiene que Dios creó por el poder de su palabra: “Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió” (Sal. 33:9).

3. Explicación bíblica para los registros fósiles y geológicos

La existencia de restos de gran tamaño y características diferentes a las actuales encuentra su explicación en las condiciones previas al diluvio y en los cambios drásticos ocurridos durante y después de este.

Los depósitos de carbón y petróleo son testigos de esos procesos, y confirman la veracidad del registro bíblico.

4. Rechazo de teorías evolutivas que niegan el origen divino del hombre

La enseñanza bíblica afirma que el hombre fue creado a imagen de Dios, no como resultado de un proceso ascendente desde formas inferiores de vida.

La variabilidad de teorías científicas sobre el origen de la vida, y sus frecuentes revisiones, muestran la necesidad de un ancla firme en la revelación.

5. La acción continua de Dios en la naturaleza

La creación no fue un acto aislado; Dios sostiene la vida y el orden del universo a cada instante. Cada latido y cada respiración son evidencia de su cuidado constante.

Jesús, por quien fueron creadas todas las cosas, mantiene en su lugar a los mundos y gobierna el cosmos.

6. Necesidad del Espíritu Santo para la interpretación correcta

La naturaleza puede ser interpretada de manera contradictoria si se la estudia sin la luz de la revelación.

El Espíritu de Dios, presente desde la creación, es quien guía a toda verdad y permite descubrir el verdadero significado de las maravillas naturales.

7. Actitud de humildad en el estudio científico

El auténtico investigador reconoce sus límites y se maravilla ante la inmensidad del conocimiento divino.

La ciencia, lejos de debilitar la fe, debe inspirar reverencia y adoración hacia el Creador.

 

Podemos concluir que para el docente adventista, la enseñanza de las ciencias no es un asunto neutral: es un ministerio que forma en el alumno una cosmovisión bíblica y una fe inteligente. Enseñar ciencia desde la perspectiva adventista, implica:

  1. Presentar la naturaleza como obra de un Dios personal y amoroso.
  2. Reconocer el testimonio de la Biblia como marco interpretativo seguro.
  3. Guiar al estudiante a ver en cada ley física, en cada organismo vivo, y en cada estrella, la firma del Creador.

Así, las aulas se convierten en laboratorios de fe, donde el estudio de la creación lleva a honrar al Creador.

Las concepciones docentes y la clase de Historia

¿Cuánta injerencia tienen las concepciones de los docentes en el desarrollo de su práctica docente? ¿La clase de Historia está influenciada ...